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"Tu vida no es una coincidencia, es un reflejo de ti"

08 julio, 2011

La foto también es sensible

Tal vez tenemos más cosas en común con la foto de las que creemos. He descubierto que las dos somos sensibles, ella a la luz y yo a lo estímulos. Las dos registramos memorias y esencias, ella de manera perdurable, yo no tanto. Somos negativas o positivas, según sea el caso. Ambas tenemos el mismo punto fuerte; un corazón en donde quedan registrados los sentimientos e imagenes latentes que captamos a lo largo de la vida, aquellos que existen pero no se ven por que estan guardados en nuestro interior. Y en ambos casos es necesario revelarse, si lo que queremos es que descubran lo que tenemos dentro. Hoy les hablaré del corazón de la foto, el cual consideré como su película:




La película fotográfica


La película fotográfica, conocida comúnmente como negativo (colores inversos), tiene la misma función que nuestra retina: fijar. La diferencia está en que la retina no tiene ningún elemento capaz de registrar esa imagen de manera permanente.
Por esto durante muchos años se ha buscado la manera de poder fijar la imagen, producida a través de los primeros dispositivos ópticos, con un sistema que la hiciera estable en el tiempo. No solo se trataba de encontrar un material sensible a la luz, sino  de encontrar la manera en que el registro se fijase para siempre. El nacimiento de la película fotográfica ha solucionado este problema ya que a través de un procedimiento químico fija las transformaciones determinadas por ondas luminosas.




Esto es posible gracias a que esa la película está cubierta por una emulsión compuesta por sales de plata (partículas diminutas de halogenuros de plata: cloruro, yoduro y bromuro) sensibles a la luz.


*Las películas en blanco y negro sólo tienen una capa de emulsión, mientras que las películas de colores tienen tres capas sensibles a distintas longitudes de onda.



Debemos tener en cuenta la elección del formato de la película que se adapte a nuestra cámara. La mayoría de las cámaras de visor directo y réflex emplean película de 35mm en chasis con cantidad suficiente para 20 o 35 exposiciones de 24 x 36mm.

Una vez con el formato adecuado el siguiente punto a tener en cuenta es el de la sensibilidad o rapidez de la película, ya que ésta tiene una determinada sensibilidad que le da la posibilidad de captar con mayor o menor facilidad la luz. Han existido varios sistemas para medir la sensibilidad: el sistema ASA (de la American Standards Association) y el DIN (Deutsche Industrie Norm) que se usa preferentemente en Europa. Actualmente, ambas se han unido en la nueva escala ISO (International Standards Organization).

*ASA: es aritmético, es decir; una película de 200 ASA tiene una rapidez doble que otra de 100 ASA
*DIN: es logarítmico. Para expresar que una película tiene una sensibilidad doble que otra no se duplica el número, sino que se le suma 3. Por ejemplo; 24 DIN vendría siendo doble de 21
*ISO: nace como unión de las dos anteriores.




Sobre su sensibilidad:

Para elegir la sensibilidad es muy importante tener en cuenta las condiciones de iluminación y los temas que van a fotografiarse:

- Las películas de 64, 32 o menos son lentas y nos exigen más luz, pero nos dan a cambio un grano muy fino. Son adecuadas para ampliaciones de calidad y con mucho detalle. Te aconsejo utilizarlas para retratos, la piel se verá muy limpia.

- Las películas en torno a los 125 ASA siguen teniendo grano fino y son de aplicación más general. Ideales para tomar exteriores e interiores muy bien iluminados.

- En 400-800 ASA comenzamos a tener un grano más visible, pero aún así son lo suficiente sensibles para resultar de utilidad.

- Las películas ultrarrápidas de 1000 Asa en adelante, son indicadas para situaciones en las que hay poca luz o con velocidades de obturación muy elevadas. ¿El día es nublado? Utiliza un ASA alta.








Fuentes:

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